NOCHE POÉTICA

NOCHE POÉTICA

POESÍA
La poesía es tan solo otro camino
distinto hacía la temida muerte.
La poesía es el placentero orgasmo
del corazón y sus sentimientos.
Y yo un lujurioso peregrino
que camina errante entre los versos.

R.S.V.



Si desean adquirir un ejemplar de ALARIDOS DE UN POETA O DE LA INQUIETUD DE LA SANGRE, rellenen el pedido al pie de la página que corresponde al siguiente enlace:
http://www.editorial-ledoria.com/Opera-prima.124.0.html
(También disponible en tiendas y en formato E-book)

lunes, 31 de diciembre de 2012

La ascensión del suicida


Ángel caído:  Desnuda el canto estirpe de la luz
sagrada, heraldo de la deidad Empírea,
y acógelo así, en tu albura penígera
para bendecir sobre el cielo azul

La divina inmortalidad de su alma.
Celebra allí, en donde no existe el tiempo,
la ascensión del alma sobre su cuerpo.
Mas brinda con el icor de quien te ama

Si repudia al espectro de la luz
que asciende ingrávido hacia la promesa
que vibra aún en la voz de su Diestra eterna,
pues bien porta el cetro de la virtud.

Pero si es la inmensidad de su reino
lo acoge la voluntad de tu Dios,
sánalo, pues viene herido de amor
y su muerte no es digna del infierno.

Ángel:  Calla, o aplica en ti tus propias palabras,
pastor de réprobos pecadores,
tú que ensucias sus puros corazones,
acoge en tu flamígera morada

El alma de aquel que muere en pecado.
Tú, estirpe impura de la oscuridad,
Ángel supremo del vacío infernal,
sacia la voluptuosidad de tu ánimo


Bajo el  cobijo de tus alas negras.
Porque aunque mi Señor creara la muerte
a la par que la vida, no concierne
al mortal despojarla de sus venas.

Cierto es que dio su vida por amor
rendido a la inquietud del sentimiento,
pero al contradecir la ley del cielo
no es digno del amplio reino de Dios.

Ángel caído:  ¡Lo que se contradice es tu actitud!
¿no es digno dar la vida por amor?
Entonces, dime tú ¿Qué fue de tu Dios?
¿No encarnó al amor clavado en la cruz?

Dios:   El Destino rinde a mi voluntad
como fulgor de inasible tributo,
la luz de sus almas y en absoluto
concierne a vosotros su impunidad.

Ángel: ¡Oh, Señor! Hágase tu voluntad
así en la tierra como en tu amplio reino,
y no nos abandones en el fuego
sempiterno, donde arde todo el mal.

Empero, sacia la furia de tu ánimo
condenando al infierno a aquel mortal
que burla el dominio de tu piedad
entregándose al placer del pecado.


Ángel caído:  ¡El placer es un derecho del hombre!

Ángel:  ¡Calla marfuz, cornígero insensato,
pues luz y oscuridad tiene el pecado
que el filo de tu elocuencia corrompe!

Y aunque el placer no ha sido aquí la ofensa
así has corrompido el alma que asciende
procurándole su trágica muerte
en el pulso eterno de la conciencia.


DIOS:  En verdad te digo, aplaza tu canto
¡Oh! Fiel heraldo de mi voluntad,
pues cierto es, que lo hice digno del llanto,
y los delirios de fragilidad

Que inundan su alma, no deben por tanto
saciar la prominente oscuridad,
porque aún no concierne al profundo espanto
el dominio de su inmortalidad.

Pues en nombre de la luz determino
dejarlo en un autolítico intento
para que pueda aún labrar su destino.

Ya que lo hice digno del sentimiento.
Y que en soledad salde el desatino
bajo el látigo del remordimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario