Era sólo sexo, un juego carnal
con una estricta regla que cumplir
y así no dejase de ser un juego,
la regla era “prohibido enamorarse”.
La oscuridad abrazaba el pecado
que latía al mismo ritmo de tu cuerpo,
a su vez, la oscuridad prolongaba
tu pelo más allá del infinito.
Tu saliva, dulce y sensual licor
que me embriagaba de eterna pasión,
y tus dedos, tentáculos del deseo,
leían lentamente mi desnuda espalda.
Un rio de plata surgió de tus ojos
y tus palabras de amor arañaron
un silencio que predijo estos versas,
“ me estoy enamorando de ti, Rubén”
Mis labios permanecieron sellados,
gritaban al viento mis sentimientos
y se evaporaban ante tus besos,
besos que ametrallaban el silencio.
Rompiste la regla de nuestro juego
y nos quemamos por jugar con fuego,
perdóname si no te puedo amar
pero el amor no se puede fingir.
NOCHE POÉTICA
POESÍA
distinto hacía la temida muerte.
La poesía es el placentero orgasmo
del corazón y sus sentimientos.
Y yo un lujurioso peregrino
que camina errante entre los versos.
R.S.V.
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